PRESENTACION

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Inauguramos este sitio con el anhelo de difundir un cine lejano y bello, pero cuya vigencia y calidad considermos presente y cuyo rescate entendemos puede constituir un valioso aporte hoy, cuando tras el proceso de desculturación impuesto por la dictadura y el neoliberalismo, comenzamos a rescatar los valores humanísticos de la política y la cultura. Un cine alejado de los circuitos comerciales y televisivos impuestos, un "cine que nos mira", reclamando su derecho a hacernos pensar, emocionar, reír. Con este cine fuimos jóvenes, y a él le debemos buena parte de lo que somos.
Es nuestra intención desarrollar el ciclo no en un órden cronológico sino tratando de agrupar géneros, contenidos, directores o actores, desde las obras más antiguas hasta las más recientes, desplegando una filmografía sin fronteras, porque los valores que sostenemos no las tienen. Desde Ensestein al último mejor cine soviético; desde el neorrealismo italiano a Giussepe Tornatori o Marco Belloccio; desde el cine español post-franquista al nuevo cine cubano y latinoamericano; desde la "nouvelle vague" y el "cine noir" francés hasta el Hollywood más rescatable o el reconocido mundialmente nuevo cine argentino.
No somos críticos ni especialistas, dios nos libre. Solo amantes, pero movidos por una pasión cercana a una forma de militancia. No obstante, haremos comentarios y semblanzas, pero solo desde esa pasión, su compromiso, su humanismo y su ternura.
A diferencia de otros Foros, cada película incluirá sus respectivos enlaces para que puedan ser descargadas. Ignoramos si transgredimos alguna norma, pero deseamos que este esfuerzo sea de utilidad y ustedes puedan disfrutarlo. Bienvenidos, y gracias por acompañarnos.

lunes, 23 de mayo de 2011

El cine español posfranquista




Director: Vicente Aranda
Actores: Ana Belén – Ariadna Gil – Victoria Abril – Jorge Sanz – Loles Leon – José Sancho – Antonio Dechent – Joan Crosas – Miguel Bosé – Blanca Apilánez – Paco Bas – Laura Mañá
Año: 1996
Pais: España



















"Sor María, una ingenua novicia de clase acomodada, huye de su convento en el momento en que un grupo anarquista se dispone a quemarlo. En su desesperada búsqueda de refugio, acaba por cobijarse en un burdel. Al poco de llegar María, una representación de "Mujeres Libres" clausura el burdel, reúne a todas las prostitutas -"Si esto es la revolución, que no cuenten conmigo, yo no voy con tortilleras", dirá una de ellas- y escenifica, en la persona (real, por cierto) de Concha Liaño, una arenga doctrinaria: "Compañeras, me llamo Concha Liaño, y como estas dos camaradas pertenezco a la organización "Mujeres Libres"". Y al declarar que el amor debe ser libre, y no comprado, la cámara enfoca a dos prostitutas que en un aparte apostillan:
-¿Qué dice?
-Que también ellas son putas, pero sin cobrar.
El discurso de Concha Liaño resulta demasiado programático y poco convincente, circunstancia que da pie a la airada intervención de otra de sus camaradas políticas: "Ya habéis oído a mi compañera. Me cago en la hostia. ¿Pero qué queréis? ¿Queréis ser putas toda la vida? ¿Qué os metan el cipote por el coño, diez, quince veces al día por un plato de lentejas? ¿O es que tenéis siete vidas como los gatos y queréis daros el gustazo de tirar ésta a la basura?".
"Mujeres Libres" fue, en efecto, un movimiento femenino de orientación anarquista creado en abril de 1936 a iniciativa de Lucía Sánchez Saornil, Amparo Poch y Gascón y Mercedes Comaposada. En rigor, y frente a otros grupos como la "Agrupación de Mujeres Antifascistas" bajo influencia comunista o el "Secretariado Femenino del Partido Obrero de Unificación Marxista", "Mujeres Libres", que nunca fue reconocida por el movimiento anarquista, sí tenía una vocación más decididamente feminista. Es cierto que no reivindicaban el término, y que existen declaraciones de miembros puntuales que en ocasiones contradicen lo que, por otra parte, era la línea de actuación esencial de "Mujeres Libres": la distinción entre los antagonismos de clase y género, en el sentido de que, al contrario de lo que opinaba la izquierda en su conjunto, una revolución en el sistema de producción no iba a significar la inmediata emancipación de la mujer. La opresión de género era, por lo tanto, independiente de la opresión de clase. Un artículo de 1937 publicado en la revista homónima de "Mujeres Libres" expresa con claridad esta visión:
El hombre revolucionario que hoy lucha por su libertad, solo [sic], combate contra el mundo exterior. [...] La mujer revolucionaria, en cambio, ha de luchar en dos terrenos: primero por su libertad exterior, en cuya lucha tiene al hombre de aliado por los mismos ideales, por idéntica causa; pero, además, la mujer ha de luchar por la propia libertad interior, de la que el hombre disfruta ya desde hace siglos. Y en esta lucha la mujer está sola (Nash 1999: 135 La cursiva es mía)".  Helena López, revista Sens Public.

Inolvidable película de Vicente Aranda, estupendas en sus papeles Ana Belén, Victoria Avril y Ariadna Gil. Realizada desde la óptica anarquista, sintetiza, sin embargo, la epopeya del pueblo español, republicanos, comunistas, anarquistas, socialistas, que lucharon con igual denuedo por la libertad y contra el fascismo. De hecho, la marcha que entonan, el Himno anarquista, es versión del original soviético, "La Varsoviana".

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